Recuerdo que ya desde muy joven apuntaba en un diario; el viento, la lluvia, la presión barométrica. Lo cual me obligaba a prestar atención e intentar saber cuál sería la evolución en los días previos a zarpar. Preguntando por los muelles a los pescadores, a otros navegantes, y desear que estos acertasen.
Hoy en día una de las mayores diferencias que veo entre las navegaciones de hace 30 o 40 años con las de ahora, es la enorme información que disponemos para conocer o predecir las condiciones de navegación para planificar nuestras navegadas.
Tenemos tantas fuentes y tan inmediatas, que el problema suele ser acertar con cual quedarnos. A nuestros alumn@s solemos aconsejarles que antes de decir corriendo y de memoria, que viento y mar vamos a tener, estudien un mapa de isobaras. Situar la borrasca más cercana, el anticiclón, que comprendan cómo se mueven y evolucionan. Tener una visión global antes de ir a lo local.
Una de mis páginas preferidas para ello es www.weatheronline.co.uk/experts
Entendido esto, pasamos a una fuente más cercana. Aquí por ejemplo en Euskadi, me gusta www.euskalmet.net
Intentar siempre ayudarnos de predicciones tras las cuales haya un buen equipo trabajando, desechando las muy generales a nivel Mundial, basadas muchas en tan solo algoritmos.
Apuntar las dos predicciones en un cuaderno, y a nuestro regreso ver cuál de las dos ha acertado más. Cuando la predicción sea de viento SSW o chubascos del NW, no olvidar de chequear las rachas que probablemente sean mucho más intensas que el viento medio, y pueden ocasionar algún daño a nuestras velas, o jarcia. Cuando estemos navegando en una zona de influencia de marea, apuntar también los horarios de la pleamar o bajamar siguiente.
Adecuaremos nuestra zona de navegación y ajustes a bordo a la previsión observada. Y si de verdad queremos intentar comprender la Mar y Navegación a vela, levantar la cabeza de nuestros dispositivos electrónicos. Mirar las nubes, sentir la humedad del viento, el comportamiento de los animales, la frecuencia de las olas, sigue siendo tan importante como hace 500 años.
Borrar de vuestras cabezas las palabras buen y mal tiempo. Preparar la ropa necesaria y vuestro barco para disfrutar con cualquier tipo de viento y condición.
Buena proa.
UB